Cada una de estas acciones que ejecutamos en el lenguaje cumple un rol específico en nuestras conversaciones. Las tres últimas están vinculadas a la coordinación de acciones.
Las afirmaciones son un acto lingüístico que utilizamos para describir el mundo que observamos. Es curioso porque estas parecen descripciones. Sin embargo, son proposiciones acerca de nuestras observaciones. Es importante aclarar esta parte porque las afirmaciones no describen la cosas como son, solo como las observamos. Aun cuando mi compañero y yo compartamos las mismas observaciones no podemos decir que observamos las cosas como son realmente. Solo podemos decir que compartimos lo que observamos, más no la descripción de la realidad.
Sin embargo, tomando en cuenta nuestra capacidad común de observación, los seres humanos podemos distinguir entre dos tipos de afirmaciones, las verdaderas o las falsas. Esta es una de las distinciones de lenguaje más importantes que podemos deducir cuando tratamos con afirmaciones. La distinción entre lo verdadero y lo falso es una acuerdo social que hace posible que esta forma de ver las cosas tenga vigencia en la comunidad.
Una afirmación verdadera es una proposición para la cual podemos proporcionar un testigo, que confirme nuestra propuesta. Por ejemplo; expresar la propuesta “El sábado fue la fiesta de Romina”, es una afirmación, que puede ser confirmada por quienes participaron en la fiesta.
Como comente en un principio, también las afirmaciones pueden ser falsas. Una afirmación falsa es una propuesta a ser confirmada, pero que cualquier testigo podría refutar. Ejemplo: “Este sábado llovió en la Ciudad”, por la forma en la estoy expresando es un afirmación, sin embargo puede ser refutada por alguien, de ser así sería una afirmación, pero una afirmación falsa. No todas las afirmaciones, pueden ser separadas en la práctica en verdaderas o falsas. Algunas veces no se pueden confirmar por no existir las condiciones necesarias para su confirmación.
Cada vez hablamos estamos adquiriendo un compromiso y es nuestra responsabilidad aceptar la responsabilidad social de lo que decimos. Hablar nunca es un acto inocente. Las afirmaciones están estrechamente relacionadas con lo que hemos llamado de forma habitual el mundo de los hechos, de lo ocurrido.
Extracto “Ontología del Lenguaje” de Rafael Echeverría