Por eso, la autoestima es fundamental a la hora de impulsar nuestro desarrollo personal y crear las condiciones que hacen posible que lleguemos a los objetivos que nos planteamos.
Alimentar nuestra autoestima es potenciar la creencia de que como seres humanos somos autónomos y podemos vivir con dignidad y la posibilidad de ser felices, lo cual nos lleva a estar más seguros de nosotros mismos y a disfrutar de una confianza más fuerte en nuestras habilidades. Expandimos así el radio de nuestras estrategias y acciones dirigidas a ser felices.